«Socorro» de Elsa Bornemann

Muchas cosas son vendidas como «terror» sin ser más que intentos inocentes de suspenso que tienen más de aventuras y susto berreta que terror en sí. Pero a veces hay terror muy, muy efectivo y que si encima te llega en el momento exacto de la vida, te deja huella. Un día en la escuela primaria (no recuerdo exactamente el grado, pero estimo que podría ser en cuarto o quinto), la bibliotecaria nos leyó el «Cuentos de los angelitos». Sí… probablemente el relato más dramático, terrorífico y terrible de la antología de Elsa Bornemann en su libro Socorro!.

Creo que todos los que estuvimos ese día lo recordamos, o al menos a mí y mis amigos más cercanos del colegio nos quedó grabado a fuego. Muchos fuimos los que, después de escuchar ese relato tan terrorífico nos compramos el libro, para ver si los demás cuentos seguían esa línea. Sin dudas, sí.

Socorro tiene «12 cuentos para caerse de miedo», uno más horrible (en el buen sentido de la palabra) que el otro. Bien grande, a un costado del lomo dice «Desde 10 años» y les aseguro que si lo leían a esa edad… iban a quedar traumados. Pero, al mismo tiempo, lo recuerdo como una de las experiencias literarias más interesantes de mi infancia. Por ese entonces estaban de moda los libros de R.L. Stine, como Escalofríos y Fantasmas, pero el nivel de «miedo» al que podían llegar esos libros era, digamos, bastante limitado y cliché.

Los cuentos de Elsa Bornemann, en su mayoría, no tenían elementos obvios del terror infantil. Ni payasos malditos, ni muñecos que cobraban vida, ni esos elementos repetidos hasta el hartazgo. Apelaban más bien a una especie de terror psicológico para niños, lo cual ya es todo un logro. No volví a leer estos cuentos por diversos motivos (un poco la falta generalizada de tiempo y otro poco la cierta tendencia a querer quedarme con ese recuerdo lejano de que eran aterradores), pero recuerdo con mucha fuerza un cuento en particular, llamado «Aquel Cuadro».

Elsa Bornemann nació en el barrio de Parque Patricios, y aunque muchos crean que la literatura infantil es cosa de chicos, uno de sus libros editados durante la dictadura militar fue censurado. Se trataba de «Un Elefante ocupa mucho espacio», que luego le valió un reconocimiento internacional. Además de Socorro y sus posteriores secuelas, editó un total de 22 libros.

Quienes hayan tenido la oportunidad de sumergirse en este libro cuando eran chicos creo casi con total seguridad que se acordarán de lo impresionantes que eran algunos cuentos y de la fascinación que generaban por segir leyéndolos aunque (uno lo sabía perfectamente) esa noche iba a dormir tapado hasta la cabeza.

Que la Fuerza los acompañe

=Malena=

Indice:

La del Once Jota
Manos
Los Muyins
La Casa Viva
Cuento de los Angelitos
El Manga
Nunca visites Maladony
Joichi, el desorejado
Cuando los Pálidos vienen marchando
Aquel Cuadro
Hombre de Nieve
Modelo XVZ 91